El príncipe Harry ha decidido seguir los pasos de su abuela, la reina Isabel II, y sumarse a la moda del photobombing. Si la monarca sorprendía al mundo entero con su espontaneidad y buen humor al colarse en el selfie de las dos jugadoras australianas de hockey durante los juegos de Glasgow hace unos días, ahora, le ha tocado el turno a su nieto.
Enrique también se ha colado en una foto ajena. Durante los juegos de la Commonwealth decidió formar parte de la instantánea del exboxeador olímpico Trevor Shailer, el entrenador de rugby de Nueva Zelanda, Gordon Tietjens y el psicólogo deportivo Gary Hermansson. Todo un momento para la posteridad.