Lloyd Butler, de 39 años y padre de dos hijos, murió en una celda en agosto de 2010, mientras los policías que debían velar por él hacían llamadas personales y veían pornografía en el ordenador de la comisaría, según revelaron las imágenes de las cámaras de videovigilancia.
El juez ha considerado inhumano el trato dado al detenido, que fue trasladado a una comisaría cuando debería haber sido llevado a un hospital debido a su estado de embriaguez, según ha publicado la BBC.
Los agentes declarados culpables, además, alteraron los registros de la comisaría para simular que habían realizado las correspondientes rutinas de controlar el estado del detenido, aunque lo hicieron solo una vez y sin seguir el protocolo de despertarlo.
El responsable del Departamento de Quejas contra la Policía, Guido Liguori, dijo que el tratamiento indiferente al Sr. Butler por parte de los funcionarios y personal de la Policía de West Midlands reveló una indiferencia a los procedimientos establecidos de detención y a la decencia humana ".