A sus cinco años, esta niña se ha convertido en uno de los menores más pequeños en ser separado de sus padres por un problema de obesidad. Pesa más de 25 kilos y los servicios sociales británicos consideran que sus padres no han hecho lo suficiente para controlar su sobrepeso.
No ha trascendido su nombre para preservar la identidad de la menor. Pero esta niña británica ya no vive con sus padres, quienes, según los servicios sociales, no han hecho bastante para controlar su obesidad. Con cinco años pesa más de 25 kilos, casi nueve kilos más de los que debería tener, y tiene un índice de masa corporal de 22,6.
Si caso no es el único. Las autoridades judiciales de Manchester también han decidido que los servicios sociales se queden con la custodia de un niño que con 14 años pesa más de 80 kilos, 30 kilos más de los que debería pesar, y tiene un índice de masa corporal de 30,3.
Según las autoridades, entre 2009 y 2010, hasta cuatro menores pasaron a manos de los servicios sociales porque padecían sobrepeso. Tres de ellos, del barrio londinense de Lewisham de tres años, diez y 15 años y un niño de 11 años de edad, de Northumberland, según publica el diaro Daily Mail.
Además, este año los servicios sociales de Dundee retiraron a unos padres la custodia de sus cuatro hijos por el mismo motivo.
En Reino Unido, uno de cada 10 niños empieza la educación primaria con problemas de sobrepeso. Los menores con obesidad tienen mayor riesgo de padecer enfermedades del corazón, derrames cerebrales, diabetes, asma y cáncer en la edad adulta. La obesidad infantil costará al sistema de salud británico más de seis billones de libras en 2015.