Más de 26 años trabajando como portera y se queda sin pensión

Noticias Cuatro 09/02/2017 11:48

"Después de treinta años continuados trabajando como portera, honrada, formal, dedicada, dispuesta, cumplidora y cariñosa, en el que se ha ganado el respeto y la admiración de todos los que la conocemos, ha llegado el momento de su jubilación, y resulta que no puede jubilarse. La comunidad de Ferraz 61, esa que durante años le ha regalado sonrisas y aparente aprecio, nunca había dado de alta en la seguridad social a mi madre".

Así explica Cristina, la hija de Carmen, por qué han abierto una petición en change.org para que se le reconozcan a su madre los años trabajados y se le dé la jubilación que merece. La petición tiene ya más de 7.700 firmas pero quieren llegar a las 10.000.

Cristina relata que su madre empezó a trabajar como portera en la finca en 1986, después de la muerte de su marido. Viuda y con dos hijos, inició su trabajo "obligada por las circunstancias y bajo las condiciones y exigencias que le marcó la comunidad en aquel momento: un salario INDIGNO a cambio de poder vivir en un sótano de menos de 40 metros. Circunstancias que ella asumió para poder ofrecernos un techo para nosotros".

La sorpresa llegó cuando el alzhéimer de su madre, con 77 años, le hizo imposible seguir realizando su trabajo y una vecina llamó a Cristina para que se la llevara con ella. Fue entonces cuando la hija inició los trámites en la Seguridad Social y se dio cuenta de que algo no cuadraba. "Me envían un contrato de 2012, cuando yo creía que era del año ochenta y poco y en el que le dan de alta como empleada del hogar cuando ella ha sido portera", ha explicado Cristina en la Cadena Ser.

Y la respuesta de los administradores de Ferraz 61 fue, incluso, más sorprendente. "Me dicen que mi madre ha estado por caridad desde el año 86, cuando fallece mi padre. Dicen que es caridad el que mi madre haya estado sacando los cubos todos los días de su vida, que les haya estado encendiendo la calefacción. Eso es caridad".

"Después de acudir a la justicia para reclamar lo justo, todo es un eterno inconveniente, un retraso infinito en los plazos y una falta de entendimiento por parte de las personas en cuyas manos cae esta situación, que se van pasando el caso como si fuera una brasa en sus manos”.

La familia presentó una demanda en 2016 y, en la vista oral, en noviembre del año pasado "el juez dijo que el procedimiento era inadecuado y tuvimos que desistir, pero vamos a iniciar un nuevo procedimiento", ha indicado el abogado de Carmen a elmundo.es. "Es una cuestión de justicia social", dice Cristina. "Sólo pido que se reconozca que mi madre ha trabajado esos años y que se abonen las cuotas de la seguridad social para que pueda cobrar su pensión".

En su petición de change.org, Cristina explica que "en esta comunidad de Ferraz 61 vive gente importante, influyente y poderosa" y que nunca dudó de que ”a pesar de la miseria de salario por el que trabajaba todos los días, tendría al final su recompensa cuando mi madre pudiera llegar a la edad de la jubilación y disfrutar de su tiempo y sus nietos". Y acusa directamente: "Sufrimos la indiferencia de la justicia y el poder de los vecinos de la Comunidad de Ferraz 61".

Por eso, afirma, seguirán luchando "por todos los caminos que sean necesarios" hasta que la Comunidad de Ferraz 61 "reconozca ante la Seguridad Social todos los años que mi madre ha trabajado para ellos".