De este modo, Francisco ha validado los decretos que reconocen dichas virtudes después de mantener este lunes 27 de febrero una audiencia privada con el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato. Se trata del primer paso a la beatificación.
Pedro Herrero Rubio nació en Alicante el 29 de abril de 1904, dedicó su vida a la medicina y participó activamente en la transformación de la Pediatría. Asimismo, se preocupó por las personas más necesitadas a las que trataba desinteresadamente, facilitándoles medicinas.
Por su parte, María de las Merecedes Cabezas Terrero nació el 19 de diciembre de 1911 en un pueblo de Salamanca pero se trasladó a Santander donde fundó el Instituto Religioso de las Operarias Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, dedicado a los más pobres. Murió el 30 de septiembre de 1993.