Parecía el 'crimen perfecto' hasta que el asesino habló demasiado

Noticias Cuatro 19/10/2017 17:50

La mujer de 47 años fue encontrada muerta por su hija de nueve, momento en el que esta llamó a su padre, Roderick Covlin, que residía en un apartamento del mismo bloque, ya que la pareja se encontraba en trámites de divorcio. Así, la primera conclusión de la investigación fue que había resbalado accidentalmente en la bañera.

Pero la historia tiene unos antecedentes importantes, y es que Roderick había presentado una falsa demanda por abuso sexual contra su mujer para intentar obtener la custodia de sus hijos. Pero incluso el juez había dictado una restricción y limitación en las veces que el hombre podría ver a sus hijos, tal y como informa The New York Post.

Todos esos hechos, llevaron a considerar a Roderick como el principal sospechoso de la muerte de Shele. Pero un detalle lo cambió todo: por motivos religiosos, su familia decidió enterrarla sin realizarle una autopsia, por lo que el caso tuvo que ser cerrado.

Y aunque meses más tarde el cadáver de la fallecida fue exhumado y la autopsia detalló que había muerto en una pelea violenta, Roderick fue declarado inocente del asesinato de su mujer. Pero no todo el mundo creía que fuese inocente, ya que Dominic Barbara, el abogado a cargo de la solicitud de divorcio de Shele, aseguró en 2015 en el mismo medio neoyorquino que “en el momento en que me dijeron que había muerto, pensé ‘Él la mató… Era un hombre violento’“.

Y fue en 2015 cuando se comenzó a saber lo que verdad había ocurrido, todo porque Roderick habló más de la cuenta. Al parecer, el hombre hizo un comentario implicatorio sobre el asesinato a la que por aquel entonces era su nueva pareja, y esta inmediatamente comunicó a la policía lo que le había dicho. Tras ello, un juez ordenó la detención inmediata por homicidio.

Incluso la historia podría haber sido aún más enrevesada, debido a que faltaban tan sólo dos meses para que Roderick cobrara el seguro de vida tras la muerte de Shele, una cantidad que habría ascendido a dos millones de dólares. El dinero estaba retenido y lo podría haber recibido a los seis años de haber sido declarado inocente del asesinato.

Ahora, durante el juicio, el fiscal ha dado a conocer que además de los motivos económicos, una de las motivaciones que llevó a Roderick a matar a su mujer es que “tenía otras mujeres y deseaba tener más”, porque Shele era un estorbo para su vida sentimental. Por ello, el hombre se enfrenta a una condena de 25 años de prisión.