Una parada de tren en la periferia para que una niña vaya al colegio

Noticias Cuatro 13/02/2018 19:18

Para Karina Kozlova, ir al colegio no volverá a ser sinónimo de jornadas agotadoras, largas caminatas ni invertir el tiempo de estudio en volver a casa. Karina, una estudiante de 14 años, vive en la localidad rural de Poyakonda, ubicada por encima del Círculo Polar Ártico, y cada día recorre en dos ocasiones los 42 kilómetros que separan su casa del colegio.

Durante los diez años que Karina lleva escolarizada, ha sido su abuela Natalia Kozlova la que la acompañaba en esta larga excursión. Los trenes solo se paraban en la aldea dos veces al día para recoger y retornar al personal ferroviario que vivía en la zona, de manera que las Kozlova debían adaptarse a esos viajes, pagar los 30 euros al día que costaría el servicio de Taxi o arriesgarse a que Karina faltara a la escuela.

El trayecto de tres horas suponía que la pequeña cogiera el primer tren a las 7.30 horas y emprendiera el viaje de regreso a las 19.10, con lo que llegaba a casa “cerca de las nueve de la noche”, como afirma la abuela de Karina.

La ausencia de paradas de trenes en la aldea significaba que abuela y nieta caminaran un kilómetro entre la espesa nieve y después tomaran un autobús hasta el colegio. Es por ello por lo que la ruta ferroviaria que conecta San Petersburgo y Murmansk ha establecido una parada en Poyakonda para que Karina pueda acudir a la escuela y volver a casa sin tener que esperar hasta el final del día, como recoge BBC.