"Quiero expresar mi pesar por la masacre en Mogadiscio, Somalia, que causó más de trescientos muertos, incluidos algunos niños. Este acto terrorista merece el rechazo más firme, también porque se ceba con una población acostumbrada a este tipo de actos", ha señalado Francisco.
De este modo, el Pontífice ha encomendado sus oraciones "por los muertos, por los heridos, por sus familias y por toda la población de Somalia". "Ruego la conversión de los violentos y aliento a los que, con enorme dificultad, trabajan para la paz en esa tierra maltratada", ha concluido.
El Papa ha centrado la catequesis que ha pronunciado en la plaza de San Pedro del Vaticano en la esperanza cristiana confrontada con la realidad de la muerte. De la muerte, el Pontífice ha comentado que es "una realidad" que la civilización moderna "tiende cada vez más a apartar". "Cuando llega la muerte, a alguien cercano o a nosotros mismos, no nos encontramos preparados", ha avisado.
ESPERANZA ANTE LA MUERTE
Así, ha invitado a los cristianos a tener esperanza ante la muerte y a confiar en Jesús, porque Él es "la resurrección y la vida" y "mantendrá viva la llama de la fe en los últimos momentos de vida".
Por otro lado, ha explicado que la muerte "hace descubrir que los actos de orgullo, de ira, de odio, eran vanidad". "Nos arrepentimos de no haber amado lo suficiente y de no haber buscado lo esencial. Y, al mismo tiempo, vemos aquello realmente bueno que hemos sembrado", ha dicho.
Finalmente, ha subrayado que la esperanza cristiana "se basa en esa actitud que Jesús asume contra la muerte humana" al referirse a la Resurrección.