En un mensaje enviado como es habitual a través del secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, al presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa y Patriarca de Lisboa, Cardenal Manuel Clemente, Francisco se ha mostrado "profundamente entristecido por las dramáticas consecuencias en estos días de los incendios en el centro-norte de Portugal".
En este sentido, el Papa ha garantizado sus oraciones por los fallecidos y ha pedido a Dios que "consuele a los afectados por la tragedia en sus afectos y en sus bienes".
El Pontífice también ha rezado para que Dios "inspire en todos sentimientos de esperanza y solidaridad para superar la adversidad".Además, ha invitado a las instituciones a presentar "una ayuda eficaz con espíritu generoso y fraterno".
Para concluir su mensaje, el Papa Francisco ha pedido a los sacerdotes de las diócesis involucradas en la tragedia a que "transmitan sus sentidos pésames a los familiares de los difuntos y expresen a los heridos y desalojados" su cercanía espiritual.
El incendio forestal ha dejado 41 muertos, 71 heridos, 316.000 hectáreas quemadas, así como cuantiosas pérdidas materiales. Esta es la segundo oleada con numerosas víctimas mortales en Portugal en lo que va de año, después de la registrada en el mes de junio en la región de Pedrógão Grande, que dejó 64 muertos y más de 250 heridos.