En el grupo invitado por el Papa, al que se ha sumado el obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull, había voluntarios, familias del programa y representantes de empresas y fundaciones, que han entregado regalos al pontífice y le han explicado la estrategia de trabajar con las familias y romper el círculo de la pobreza hereditaria.
Sor Lucía Caram ha entregado el proyecto de la Casa de la Infancia, que se construirá en una parte del Monasterio de Santa Clara de Manresa (Barcelona) para realizar acción social directa y que cuenta con el apoyo de la Obra Social La Caixa.
El programa Invulnerables se dirige a niños que viven en contextos de vulnerabilidad y sus familias, y ha de dar respuesta a necesidades básicas no cubiertas, ofreciendo acompañamiento y apoyo integral a la familia, así como orientación a los padres, para promover la igualdad de oportunidades.
El proyecto se está desarrollado en diferentes localidades catalanas y tiene como finalidad potenciar la colaboración público-privada para dar respuesta a las necesidades que se manifiestan en la sociedad actual.