El Papa preguntará vía web a jóvenes de todo el mundo, creyentes y no creyentes, sobre su vida y expectativas

EUROPA PRESS 13/01/2017 15:25

El Vaticano prepara una consulta a jóvenes entre 16 y 29 años, creyentes y no creyentes, de todo el mundo a través de un sitio web, con un cuestionario sobre sus expectativas y su vida, según ha revelado el secretario general del Sínodo, el cardenal Lorenzo Baldisseri. El Pontífice ha emitido también una carta a los jóvenes en la que les pide que antepongan el proyecto de Dios ante el "ruido" y "aturdimiento" que reina en el mundo.

Baldisseri ha presentado este viernes 13 de enero el documento preparatorio la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema 'Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional', programada para octubre de 2018, que recoge además un cuestionario previo con preguntas a cardenales, obispos y jerarcas para recoger información sobre la realidad de la juventud actual y la búsqueda de vocaciones.

Este primer 'test' busca igualmente dar respuesta a temáticas diferentes, cómo por ejemplo dónde y cómo se pueden encontrar a los jóvenes que no frecuentan los ambientes eclesiales, el tiempo de acompañamiento personal que se propone en los seminarios, de qué manera se escucha a los jóvenes o cuáles son los principales desafíos y cuáles son las oportunidades más significativas para los jóvenes.

Además, con el fin de tener en cuenta las diferentes situaciones continentales, se han incluido tres preguntas específicas para cada continente.

Concretamente, las preguntas para Europa son: ¿Cómo ayudáis a los jóvenes a mirar hacia el futuro con confianza y esperanza a partir de la riqueza de la memoria cristiana de Europa?; Los jóvenes a menudo se sienten descartados y rechazados por el sistema político, económico y social en el que viven. ¿Cómo escucháis este potencial de protesta para que se transforme en propuesta y colaboración?; ¿En qué niveles la relación intergeneracional todavía funciona? ¿Cómo reactivarlo donde no funciona?.

El Documento Preparatorio está dirigido a los Sínodos de los Obispos y a los Consejos de los Jerarcas de las Iglesias Orientales Católicas, así como a las Conferencias Episcopales, a los Dicasterios de la Curia Romana y a la Unión de Superiores Generales.

Las respuestas a los dos cuestionarios constituirán la base para la redacción del Documento de trabajo o Instrumentum laboris, que será el punto de referencia para la discusión de los Padres sinodales.

Baldisseri ha explicado que esta propuesta está en total consonancia con el camino emprendido por la Iglesia bajo la égida del magisterio del Papa Francisco. "La alegría del amor, que ha sido destacada en varias ocasiones en el texto, se refiere claramente a los textos de Evangelii gaudium y Amoris laetitia. Tampoco faltan las referencias a Laudato sì y Lumen fidei, así como al enseñamiento del Papa Benedicto XVI", ha señalado.

El Documento Preparatorio propone una reflexión que se estructura en tres argumentos: 'Los jóvenes en el mundo de hoy', 'Fe, discernimiento y vocación' y 'Acción Pastoral'.

HIPERCONECTADOS, DIALOGANTES Y PASIVOS

El primer capítulo delinea algunas dinámicas sociales y culturales del mundo en el que los jóvenes crecen y toman sus decisiones, para proponer una lectura de fe. Por ejemplo, se evidencia las consecuencias de una sociedad que vive "hiperconectada" y se hace hincapié en que los jóvenes buscan modelos de referencia en adultos e instituciones y que también "tienen un fuerte deseo de diálogo abierto entre pares".

También se analiza el necesario sentido de pertenencia a un grupo como un rasgo característico de los jóvenes de hoy en día. "La falta de confianza en sí mismos y en sus capacidades puede manifestarse, además de en la pasividad, en una excesiva preocupación por la propia imagen y en un dócil conformismo a las modas del momento", se lee.

El documento pone de manifiesto que en la sociedad actual la pertenencia confesional y la práctica religiosa se vuelven, cada vez más, "rasgos de una minoría" y los jóvenes no se ponen "contra", "sino que están aprendiendo a vivir sin el Dios presentado por el Evangelio y sin la Iglesia, apoyándose en formas de religiosidad y espiritualidad alternativas y poco institucionalizadas o refugiándose en sectas.

Así se determina que en muchos lugares la presencia de la Iglesia se va haciendo "menos capilar" y por tanto resulta "más difícil encontrarla", mientras que la cultura dominante es portadora de instancias a menudo "en contraste con los valores evangélicos, ya se trate de elementos de la propia tradición o de la declinación local de una globalización de modelo consumista e individualista".

Asimismo, se señala la precariedad económica como un obstáculo que disminuye la capacidad de elegir de los jóvenes y entre estos factores, están: "La dificultad para encontrar trabajo o su dramática falta; los obstáculos en la construcción de una autonomía económica; la imposibilidad de estabilizar la propia trayectoria profesional". El texto también determina que "para las mujeres jóvenes estos obstáculos son normalmente aún más difíciles de superar".

Posteriormente, en el capítulo dos, se abordan los pasos fundamentales del proceso de discernimiento, que es el instrumento principal que la Iglesia desea ofrecer a los jóvenes para que descubran, a la luz de la fe, la propia vocación. "La Iglesia, comenzando por sus Pastores, está llamada a interrogarse y a redescubrir su vocación", se señala en el texto. Según el documento, el discernimiento vocacional "no se realiza en un acto puntual", aun cuando en la historia de cada vocación es posible identificar momentos o encuentros decisivos.

"Como todas las cosas importantes de la vida, también el discernimiento vocacional es un proceso largo, que se desarrolla en el tiempo, durante el cual es necesario mantener la atención a las indicaciones con las que el Señor precisa y específica una vocación que es exclusivamente personal e irrepetible", se lee.

CÓMO ACOMPAÑAR A LOS JÓVENES

Por último, en el tercer capítulo se ponen de relieve los componentes fundamentales de una pastoral juvenil vocacional. Así, el texto se pregunta: "¿Qué significa para la Iglesia acompañar a los jóvenes a acoger la llamada a la alegría del Evangelio, sobre todo en un tiempo marcado por la incertidumbre, por la precariedad y por la inseguridad?".

En el documento se invita a las Iglesias locales a que dejen ser protagonistas a los jóvenes. "Salir hacia el mundo de los jóvenes requiere la disponibilidad para pasar tiempo con ellos, para escuchar sus historias, sus alegrías y esperanzas, sus tristezas y angustias, compartiéndolas: esta es la vía para inculturar el Evangelio y evangelizar toda cultura, también la juvenil", añade.

El propósito de este tercer capítulo es concentrar la atención en lo que "implica tomar en serio el desafío del cuidado pastoral y del discernimiento vocacional", teniendo en consideración "cuáles son los sujetos, los lugares y los instrumentos a disposición". En este sentido, se reconoce una inclusión recíproca entre pastoral juvenil y la pastoral vocacional, aun siendo conscientes de las diferencias. No se trata de una "panorámica exhaustiva", según señala, sino de "indicaciones que se deben completar sobre la base de las experiencias de cada Iglesia local".

En definitiva, no se trata de un documento completo, sino de una especie de mapa que pretende fomentar una investigación cuyos frutos sólo estarán disponibles al término del camino sinodal.