El Papa pide a los conventos "formación" y no dejarse llevar por "el número" al elegir a monjas de clausura

EUROPA PRESS 22/07/2016 13:21

Francisco realiza en el documento una amplia reflexión sobre la importancia de las monjas y de las contemplativas para la Iglesia católica y para el mundo, y ha indicado doce temas de reflexión y discernimiento para la vida consagrada en general, entre los que están la autonomía de los monasterios o la relación con los medios de comunicación.

El Papa define estos últimos como "instrumentos útiles para la formación y la comunicación", al tiempo que exhorta a las contemplativas a un "prudente discernimiento" para que "no sean ocasión para la distracción y la evasión de la vida fraterna en comunidad, ni sean nocivos para vuestra vocación o se conviertan en obstáculo para vuestra vida enteramente dedicada a la contemplación".

Para el Pontífice es importante subrayar la importancia de la "formación", en especial, la permanente, "exigencia intrínseca de la consagración religiosa, que tiene su humus en la comunidad y en la vida cotidiana". "Considerando el actual contexto sociocultural y religioso, los monasterios presten mucha atención al discernimiento vocacional y espiritual, sin dejarse llevar por la tentación del número y de la eficiencia", señala el Papa. Asimismo, recuerda que la formación requiere "un amplio espacio de tiempo", entre los nueve y los doce años.

El segundo tema indicado es la oración, que el Papa subraya como el "meollo de la vida consagrada", que no debe vivirse como "un repliegue" de la vida monástica en sí misma, sino como un "ensanchar el corazón para abrazar a toda la humanidad", en particular a los que sufren, como los presos, los emigrantes, los refugiados y perseguidos, las tantas familias heridas, las personas en paro, los pobres, los enfermos, las víctimas de dependencias.

Como tercer tema de reflexión Francisco indica la centralidad de la Palabra de Dios, "fuente primera de toda espiritualidad y principio de comunión para las comunidades", que ayuda a dar el paso "del texto bíblico a la vida" y, por tanto, a "llenar la distancia entre espiritualidad y cotidianeidad". "La palabra de Dios, por lo tanto, debe ritmar la jornada personal", aconseja el Papa.

El cuarto punto de la Constitución Apostólica VDQ es la importancia de los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación, sugiriendo, en particular, "prolongar la celebración con la adoración eucarística" y vivir la práctica de la penitencia como una "ocasión privilegiada para contemplar el rostro misericordioso del Padre".

El quinto tema indicado es la vida fraterna en comunidad, entendida como "reflejo del modo de ser de Dios y de su entrega" y " primera forma de evangelización". Por ese motivo, el Papa subraya la necesidad de "un proceso continuo de crecimiento de la vida comunitaria" que lleve a vivir una "auténtica comunión fraterna". Se trata de un testimonio muy necesario en una "sociedad marcada por divisiones y desigualdades". "Es posible y bello vivir juntos a pesar de las diferencias generacionales, de formación y, a veces, culturales", se lee en el documento.

El sexto tema atañe a la autonomía de los monasterios. En propósito, Francisco señala que si, por una parte, la autonomía favorece la estabilidad, la unidad y la contemplación de una comunidad, no debe sin embargo "significar independencia o aislamiento". En este sentido, se invita a las contemplativas a preservarse "de la enfermedad de la autoreferencialidad". Estrechamente vinculado al anterior está el séptimo tema en que el Papa reitera la importancia de las Federaciones como "estructura de comunión entre los monasterios que comparten el mismo carisma".

LA CLAUSURA, SIGNO DE UNIÓN

El siguiente tema en la Constitución Apostólica, se refiere a la clausura que el Papa define como el "signo de la unión exclusiva de la Iglesia-esposa con su Señor" que se codifica en diversas formas, desde la "papal" que "excluye colaboración en los distintos ministerios pastorales" a la "común", que es, en cambio "menos cerrada". No obstante, esa pluralidad en una misma Orden ha de considerarse "como una riqueza y no como un impedimento para la comunión".

En otro punto, el Papa Francisco hace alusión al trabajo. Recordando el lema benedictino 'ora et labora', se exhorta a las contemplativas a trabajar "con devoción y fidelidad, sin dejarse condicionar por la mentalidad de la eficiencia y del activismo de la cultura contemporánea" que podría "apagar el espíritu de contemplación ". El trabajo, por tanto, debe interpretarse como un "contribuir en la obra de la creación", un "servir a la humanidad" y un ser "solidarias con los pobres" para mantener "una relación equilibrada entre la tensión hacia el Absoluto y el compromiso en las responsabilidades cotidianas".

Otro tema tocado por la VDQ es el silencio, entendido como espacio "de escucha", "vacío de sí para dejar espacio a la acogida", silencio para "escuchar a Dios y el clamor de la humanidad". "Modelo de todo ello es María que pudo acoger la Palabra porque era mujer de silencio, un silencio rico de caridad", en la Constitución Apostólica.

El último y duodécimo tema está dedicado a la ascesis hecha de "sobriedad, desprendimiento de las cosas, entrega de sí en la obediencia, transparencia en las relaciones" comunitarias. Al haber elegido una vida de estabilidad, la ascesis se convierte en "signo elocuente de fidelidad" para nuestro mundo globalizado y sin raíces y también en ejemplo para "la humanidad de hoy, marcada y a veces rota por tantas divisiones", de cómo "permanecer" al lado del prójimo, incluso frente a las diversidades, las tensiones, los conflictos y las fragilidades. La ascesis no es una huída del mundo "por miedo" --subraya Francisco-- porque las monjas " siguen estando en el mundo, sin ser del mundo".