El objetivo, según ha informado el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, Greg Burke, es llevar a cabo un gesto de cercanía a los familiares del padre y toda la comunidad de Rouen Francia. Está previsto que un grupo de 80 peregrinos de la diócesis de Rouen, junto a su obispo, monseñor Dominique Lebrun, asistan a la ceremonia.
El padre Hamel fue degollado por dos hombres armados con armas blancas que entraron en la iglesia durante la celebración de la misa por la parte posterior del templo y tomaron como rehenes a dos monjas y dos fieles. Tras el ataque, el Papa mostró su "dolor y horror" y condenó de manera radical todo acto de odio.
"Estamos particularmente afectados porque esta violencia horrible ha tenido lugar en una iglesia, un lugar sagrado en el que se anuncia el amor de Dios, en donde ha tenido lugar la muerte de un sacerdote y el secuestro de los fieles. Mostramos nuestra cercanía con la Iglesia en Francia, la Archidiócesis de Rouen, la comunidad golpeada y el pueblo francés", señaló entonces el anterior portavoz del pontífice, el padre Federico Lombardi.