La Queen Mary University de Londres ha publicado un estudio en el que se revela que los padres que tienen unos altos niveles de exigencia con respecto a los resultados académicos de sus hijos son más infelices que aquellos que no los tienen.
En 2011 el libro 'Madre tigre, hijos leones', de la profesora de Yale Amy Chua, se hizo mundialmente conocido por abogar por los beneficios que tenía el inflexible modelo educativo chino con respecto a los métdodos occidentales basado en la experiencia de sus dos hijas. Exigir altas calificaciones académicas y hacer que practiquen durante largas sesiones con algún instrumento son solo algunos de los mandamientos de este modelo de crianza.
Según la investigación realizada por la Universidad, estos niños podrían quedar marcados de por vida al vivir en un entorno dominado por el estrés y la infelicidad.
Tal y como publica el diario británico 'The Daily Mail', una de las encargadas del estudio, la profesora Almudena Sevilla, los resultados "sugieren que existe un vínculo entre lo que se consideran las mejores prácticas parentales y la más miserable paternidad". "Los resultados plantean preguntas sobre si esta infelicidad materna puede ser perjudicial para los niños , teniendo en cuenta lo que ya sabemos, por ejemplo, sobre el impacto perjudicial de la depresión posparto".-