Sin embargo, la ONG lamenta que las medidas llegan tarde, con una década de retraso, y no son suficientes para el objetivo de recuperar la especie en 2020.
La reunión de ICCAT ha concluido este lunes, después de una semana de negociaciones entre 51 países y ha acordado un plan de recuperación para el pez espada del Mediterráneo.
A este respecto, la directora de campañas de Oceana Europe, María José Cornax, ha explicado a Europa Press que "lo más importante" del plan es la adopción de un total de capturas admitido (TAC) máximo de 10.500 toneladas en 2017 y que esta cifra se irá reduciendo de forma progresiva en 15 años.
Sin embargo, espera que se reduzcan más y de forma más rápida de lo inicialmente previsto ya que si no, "tal y como está el estock" el horizonte de la recuperación se fijaría en 2030.
Así, ha recordado que la Unión Europea señalaba el horizonte de recuperación de las especies pesqueras en 2020, por lo que según los científicos, para ello sería preciso cerrar la pesquería del pez espada o reducir las capturas en un 71 por ciento. "Desde Oceana celebramos que se haya puesto en marcha una cuota de capturas en el mediterráneo, algo que reclamábamos desde hace muchos año porque la situación, si no, irá a peor", ha manifestado.
En cuanto al plan de recuperación y el plan de medidas establecidos para la especie, ha añadido que al ONG está "satisfecha" pero considera que las capturas fijadas no son acordes ni con las recomendaciones científicas ni con la situación del estock, ni escuchan a la realidad de la pesquería.
"Siempre se puede volver a retomar la decisión en la próxima reunión del ICAAT, igual que pasó con el atún rojo en el pasado para adaptarla mejor a la realidad de la pesquería y las recomendaciones de los científicos", ha confiado.
Por ello, espera que aumente la ambición en la recuperación de la especie porque a su juicio con las medidas actuales no se conseguirá, de modo que ha asegurado que desde la ONG tratarán de que esas cuotas de pesca se revisen "tan pronto como sea posible".
El plan establece además una talla de captura de 100 centímetros, medidas de control de pesquerías y de transparencia de la aplicación del plan, así como un ajuste de los cierres de las pesquerías.
En definitiva, ha valorado el "primer paso para salvar al pez espada, precisamente en el Día Mundial de la pesca. Oceana destaca que las negociaciones en Portugal han sido "tensas" pero aplaude las medidas adoptadas.
Por su parte, el director ejecutivo de Oceana en Europa, Lasse Gustavsson, ha lamentado que el plan llega con "una década de retraso", un tiempo en el que la ONG ha estado "dando la alarma" sobre la necesidad de un plan de recuperación.
"Con todo, nos felicitamos por este cambio de paradigma para el pez espada y para los stocks pesqueros del Mediterráneo en general, de los que más del 90% sufre sobrepesca. Pero en el Día Mundial de la Pesca hubiéramos esperado un plan de recuperación más sólido. Por desgracia, el plan es muy limitado, está muy alejado de las recomendaciones científicas y deja en peligro al pez espada", ha concluido.