Norovirus: cómo evitar la temida enfermedad del invierno

Noticias Cuatro 04/11/2017 08:30

El norovirus es uno de los errores estomacales más comunes y puede ser muy desagradable. Está causado por la inflamación del estómago y los intestinos. Aunque es en invierno cuando más se propaga, se puede producir en cualquier época del año y afectar a todas las edades.

Sabes si has pillado el norovirus cuando tienes vómitos y diarrea. Algunas personas tienen calambres estomacales, dolores, molestias, dolores de cabeza y fiebre. Su duración es de entre dos y tres dáis.

Según The Mirror, el norovirus se transmite cuando una pequeña partícula de heces o vómito de una persona infectada se mete en la boca de otra persona. Es extramadamente contagioso y los síntomas empiezan alrededor de entre las 12 y las 48 horas posteriores al contagio. Se puede contraer el virus al entrar en contacto con alguien que lo tiene, o al comer alimentos o al tocar superficies que están contaminadas.

Lo más importante para la prevención es lavarse las manos correctamente, lo que implica que ese lavado tiene que durar, al menos, 20 segundos. También se recomienda limpiar todas las superficies, especialmente los tiradores de las puertas. También conviene lavar las sábanas y las toallas con agua caliente, así como lavar los alimentos y evitar comer alimentos crudos.

Haberlo pasado no es ninguna garantía de no volver a pillarlo porque el virus está en constante cambio.

La recuperación lleva entre uno y tres días y, generalmente, los síntomas desaparecen por sí solos. Las comidas recomendadas son arroz, sopa y pan. Reposo y beber mucho líquido para evitar la deshidratación son las medidas adecuadas. Para dolores de cabeza y musculares lo indicado es tomar paracetamol.

Aunque es un virus muy desagradable, no es peligroso salvo para bebés, gente mayor y personas con un sistema inmunológico débil o enfermedades de riñón. Hay que tener cuidado con no deshidratarse.

Las personas con norovirus son contagiosos desde el momento en que notan los síntomas hasta al menos tres días después de que los síntomas finalizan. Algunas personas pueden ser contagiosas durante al menos dos semanas, por lo que lavarse las manos es crucial.

Los médicos recomiendan no ir a trabajar y mantener a los niños fuera de la escuela o la guardería durante 48 horas después de que los síntomas se detengan para evitar transmitir el virus.