Una niña de siete años desarrolla psicosis tras sufrir una infección de estreptococos

Noticias Cuatro 21/07/2018 13:52

La niña empezó a expresar ciertos pensamientos involuntarios en diciembre de 2013. “Decía todo el tiempo que mi esposo tenía relaciones sexuales con todas las personas de su escuela y de casa, a pesar de que él siempre viajaba por el trabajo. Luego comenzó a desarrollar síntomas de TOC con sus manos. Las restregaba contra el piso y contra la pared 10 veces”, relata Anita, su madre.

"Sabrina nunca ha tenido ningún historial de comportamiento o trastornos mentales y estos síntomas sucedieron de la noche a la mañana, lo que no ocurre con el TOC", explicó Anita en declaraciones recogidas por Daily Mail.

Ese mismo mes, la familia de la pequeña decidió realizar un viaje a Disney World, en Florida, con la esperanza de que la situación mejorara. Sin embargo, esto no sucedió, sino todo lo contrario.

"No podía tocar su ropa porque decía que mi marido y yo estábamos contaminados", cuenta Anita.

Al volver del viaje, los padres de la pequeña la llevaron a una consulta con el psiquiatra de su colegio que, tras examinarla, concretó en que la niña tenía algún tipo de trastorno obsesivo compulsivo.

Con la pista del TOC, el padre de la niña empezó a leer sobre el tema y encontró un artículo sobre PANDAS. Creyó encontrar ahí la respuesta de lo que le ocurría a su hija. Un par de días más tarde, concertaron una cita con un pediatra, que le realizó una prueba para averiguar si la niña tenía estreptococo.

Una semana después, los resultados revelaron que, efectivamente, Sabrina tenía una infección de esta bacteria. Este organismo se disfraza para parecer idénticas a las moléculas que se encuentran por el organismo. Así, el cuerpo empieza a reconocer poco a poco a las bacterias y crea anticuerpos, pero estos atacan a los tejidos normales del cuerpo, particularmente a los ganglios basales. Estos ganglios están en el lóbulo frontal del cerebro, que se encarga del control motor y el comportamiento de rutina, tal y como informan los Institutos Nacionales de Salud Mental.

"Es una niña inteligente que va a la escuela y está en un programa de estudiantes dotados y tiene altos honores, pero aún lucha contra esto. Todos los días tenemos que luchar contra los pensamientos intrusos o la ira. Definitivamente no es un diagnóstico justo. Y es triste que el campo de la medicina esté decepcionando a estos niños", dijo Anita.

Sabrina se sometió a un tratamiento con antibióticos durante diez días y la infección desapareció, pero sus síntomas continuaron. Tenía mala letra, tics y movimientos incontrolables del cuerpo.

“Hubo un momento en que los estaba teniendo y me dijo: ‘Mamá, por favor haz que se detenga. Mamá, por favor, ayúdame’ Sabrina había comenzado a mostrar síntomas de ira hasta el punto en que quería arrancar la parte superior de mi asiento del coche ", cuenta Anita.

Sus padres se siguieron informando sobre la enfermedad y en febrero de 2014 consiguieron una cita con un psiquiatra especializado en el PANDAS. El médico confirmó que se trataba de PANDAS y la puso en un tratamiento de antibióticos y de globulina inmune intravenosa, con el que ha estado los últimos cuatro años.

Su madre explica que en el día a día debe ser muy cuidadosa para no hacer cosas que molesten a Sabrina, como por ejemplo no tocar sus cosas o no caminar por el lado derecho de la escalera. “Si la historia de mi hija puede mejorar la vida de otro niño, sería genial. Su historia contará para algo”, afirma Anita.