La familia de la niña muerta en Asturias denuncia que se suicidó por sufrir acoso

Noticias Cuatro 21/04/2013 15:53

El cuerpo de la niña de 14 años fue descubierto el pasado 11 de abril, cuando un helicóptero de Salvamento Marítimo lo recogió en aguas del Cantábrico, frente al acantilado de La Providencia.

Carla estudiaba en el colegio Santo Ángel de la Guarda, en Oviedo. Su madre ya sabía que la niña “tenía problemas con en el colegio” y ya había solicitado consulta con una psicóloga de un centro.

Además, testimonios de compañeros de clase y varias publicaciones en las redes sociales confirmarían la sospecha de que la pequeña sufría acoso escolar. Por ello, Margarita Montes, abogada y portavoz de la familia ha presentado dos denuncias una ante la Fiscalía de Menores contra cuatro chicas por ese presunto acoso, y otra en el Juzgado de Instrucción número 3 de Gijón que amplía la acusación contra la dirección del centro escolar.

En la denuncia, según recogían medios locales, se podía leer que “se acompañan como prueba diversas conversaciones en las que a una de las menores denunciadas se la llama 'asesina' por otros niños, reconociendo ella públicamente que había insultado y pegado a la fallecida, pero que 'todo el Santo Ángel' hacia lo mismo”.

Ante estas evidencias, la abogada de la familia ha solicitado que se inicie el correspondiente proceso penal por la posible comisión de los delitos de “inducción al suicidio, lesiones, amenazas, coacciones y tortura y delitos contra la integridad moral”, puesto que el “hostigamiento” que sufrió Carla la llevaron al suicidio.

El Colegio

Por otra parte, la familia también ha denunciado que "había episodios de acoso desde septiembre y el colegio lo sabía". La abogada Montes también añadió que "el colegio restó importancia a los hechos. Desconocemos si activaron el protocolo de actuación previsto para estos casos. Dijeron que eran cosas de niños y que había que restarle importancia"

Además, el centro escolar no dio ningún tipo de aviso cuando la menor no asistió a clase, a pesar de que existía una orden para que lo hiciera. Todo el dispositivo de búsqueda se puso en marcha gracias al aviso de una compañera de clase.

Respecto al entorno familiar en el que vivía la pequeña Carla, Margarita Montes aseguró ante los medios locales que "no había problemas en el ámbito familiar. Era una niña querida. Tampoco hay interés económico. El único interés es encontrar a los responsables de estos hechos y, aunque es tarde para la niña, que paguen por lo que han hecho".