Ocho días después de que la policía le rompieran el tabique nasal y le fracturara el pómulo, Carlos ha vuelto al lugar donde varios agentes le empotraron contra una moto, le dieron patadas y porrazos. Aunque un comisarío se ha disculpado con él en nombre del cuerpo, Carlos considera que no es suficiente porque aún no sabe el nombre de los policías que le agredieron.