A las autoridades les llevó cierto tiempo encontrar el cuerpo sin vida de Alfred Wozniak, estadounidense de 72 años.
Su cadáver estaba oculto dentro de un armario que, a su vez, escondía “una pared fabricada con ladrillos”. Todo ello, dentro del domicilio donde vivían él y su mujer, Barbara Wozniak, oriunda de Florida, EEUU, y de 65 años de edad, quien ha sido acusada de haberle asesinado de un tiro en la sien.
Al parecer, ella misma habría confesado su crimen a sus propios hijos, ambos adultos, quienes alertaron a las autoridades, tal y como informa Fox News.
Fue ello lo que motivó la orden de búsqueda de Alfred: “Los investigadores encontraron un muro fabricado de ladrillos dentro de un armario que se encontraba debajo de las escaleras. Después de quitar los ladrillos, observaron un largo plástico negro que tenía la forma y la consistencia de un cuerpo adulto. Había sido meticulosamente embalado con cinta aislante”, ha explicado un oficial de la Policía de Okaloosa.
Concretamente, el cuerpo de Alfred estaba atado con ese material tanto por las muñecas como por los tobillos.
Además, aunque la versión que Barbara dio a sus hijos es que había matado a Alfred en defensa propia después de que intentase ahogarla, la investigación ha revelado que, tras analizar la trayectoria de la bala, esa coartada no se corresponde con lo que realmente sucedió.
Así, ahora Barbara Wozniak se enfrenta a un delito de asesinato, encubrimiento y ocultación de un cadáver.