Concretamente, según datos facilitados a Europa Press por la Consejería de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, a 1 de octubre de este año se habían registrado 189 ataques de lobos a rebaños, una cifra muy superior a los 91 que tuvieron lugar en todo 2015.
Por todo ello, con el objetivo de compatibilizar la protección de lobo, que hasta hace pocos años había desaparecido en la región, y compatibilizarlo con la protección al ganado y los ganaderos, el viernes el consejero Jaime González Taboada presidió la primera Mesa de Trabajo sobre el lobo, que contó con la participación de asociaciones conservacionistas, ganaderos y con el cuerpo de Agentes Forestales y del SEPRONA.
"Es una iniciativa muy importante para la Comunidad que ya nos habían pedido los ganaderos y las diferentes entidades", señaló el titular de Medio Ambiente, a la vez que expuso que "el plan pondrá en valor la defensa del lobo como animal protegido", pero también "se pondrán en marcha medidas para ayudar al sector ganadero de los ataques de lobos".
El plan incluirá medidas como la tenencia de perros mastines que puedan colaborar a proteger al ganado. Además, el Ejecutivo autonómico mantendrá las ayudas que desde 2011 se vienen concediendo a los ganaderos, para paliar las pérdidas económicas ocasionadas por los ataques del lobo.
Así, las ayudas, que ascienden a 60.000 euros, subvencionarán los daños sufridos por ataques de lobos, perros silvestres y, por primera vez, también los daños ocasionados por ataques de buitre. "No es cuestión de dinero, yo les he dicho que si esto se solucionara con dinero sería muy fácil", dijo González Taboada, recordando que "el lobo entra y sale por las fronteras y lo que hay que hacer es defenderlo".
Otra de las novedades es la inclusión de ayudas para animales heridos que no resulten muertos por los gastos veterinarios ocasionados, siempre que no superen el importe máximo establecido por valor del animal, lucro cesante y daños indirectos.
Además, se ampliará de 48 a 72 horas el plazo de notificación de ataque, se establecerá un plazo máximo de resolución de tres meses desde la presentación de la solicitud y se costeará el 30 por ciento del importe de las pólizas que contratan las explotaciones para cubrir los daños causados por lobos.
En esta línea, el consejero afirmó que todas las partes están de acuerdo con la puesta en marcha del plan. "Al final los ecologistas entienden lo mismo que hay que proteger al lobo pero que también el sector ganadero madrileño para ellos es importante", apuntó González Taboada, que también insistió en que "los ecologistas piden conciliar la vida del lobo con la vida del ganado y de las personas".