"Lárgate, rico gilipollas"

cuatro.com 10/09/2012 11:29

Si uno es el dueño de empresas y marcas como Moët & Chandon, Dom Perignon, Louis Vuitton, Loewe o Marc Jacobs no debe de estar acostumbrado a este tipo de mensajes. Bernard Arnault, de 63 años y dueño del imperio del lujo LVHM, presentó la semana pasada una petición a la Comisión de Naturalizaciones de la Cámara de Representantes, una de las dos cámaras del parlamento belga, para convertirse como ciudadano belga. Una solicitud que ha levantado una gran polémica en el país vecino con declaraciones en contra de miembros del gobierno del presidente, el socialista, François Hollande.

Arnault, ha conseguido eclipsar al presidente galo y todo el país habla de él, el día después de que el presidente de Francia, François Hollande, explicara sus planes de ajuste económico para los próximos meses, con el objetivo primordial de reducir el déficit al 3% en parte a través de un impuesto extraordinario sobre el 75 por ciento las rentas superiores al millón de euros y que permanecerá al menos dos años en vigor.

Tanto es así, que el rotativo 'Liberation' le dedicó a él la portada, y no a las medidas del presidente. una portada, que no olvidará el rico hombre de negocios francés, dado que aparece con una maleta y un mensaje: "Lárgate, rico gilipollas".

El propio Arnault ha querido desligar su decisión "personal" de la política. Este fin de semana lanzó un comunicado, a través de LVHM, en el que aseguraba que su "domicilio fiscal seguiría estando en Francia" pero que los lazos que le unen a Bélgica son muy importantes.

Derecha e izquierda: a favor y en contra

La sucesión de reacciones a la portada y a la decisión de Arnault no se han hecho esperar. Desde la izquierda las críticas a su actuación se resumen en las palabras del eurodiputado del Frente de Izquierdas y candidato a presidente en las pasadas elecciones presidenciales francesas Jean-Luc Mélenchon: la gente como Arnault "son parásitos" porque cuándo uno tiene una fortuna de millones de euros, "nada le parece suficiente". Más lejos llega la portavoz de Lucha Obrera, Nathalie Arthaud, que pide la "expropiación de sus empresas" porque solo tienen una patria "su cuenta corriente".

Por su parte, el ex primer ministro François Fillon está sorprendido "por el encadenamiento de insultos" hacia Bernard Arnault. El dueño de Louis Vuitton era una persona cercana al ex presidente Nicolas Sarzoky. Fillon, se mete con la portada de Liberation y hace una encendida defensa de Arnault, al afirmar "¿quién es más patriota, el que crea miles de empleos y paga millones de euros en impuestos con un trabajo admirado por todo el mundo o estos que escriben estas cosas?".