Un diagnóstico psiquiátrico erróneo le lleva a la muerte por no poder parar de comer

Noticias Cuatro 12/07/2015 19:05

Una joven de 23 años británica fallece tras comerse a sí misma. Kirsty Derry padecía de un desorden alimenticio que no fue tratado correctamente. El cuerpo de la chica fue hallado en el suelo de su piso en Victoria Mews, un centro social en el que llevaba ingresada desde 2012, según recoge el Mirror.

Derry fue diagnosticada con el Síndrome de Prader-Willi, que provoca un apetito voraz y constante, a la edad de tan sólo dos años. Ya con 23, la joven tenía un índice de masa corporal de 42,1, cuando lo normal es que la gente se situe entre 19 y 25, y además padecía de diabetes.

Su madre, Julie Fallows, asegura que las intalaciones en las que ella dormía contaban con unas alarmas que sonaban cuando se abría el frigorífico, la nevera o la despensa, algo que se quitó sin la autorización y conocimiento de los padres dado que a la joven le "molestaban". "Comencé a preocuparme de que Kirsty no tuviese idea de el tamaño que debe tener una parción normal. Pero en 2013 su cambio de peso era obvio. Su piernas se ensancharon y apenas podía moverse o ponerse los zapatos", aseguró.

"Kirsty fue diagnosticada como una persona perfectamente capaz de tomar sus propias decisiones, pero ¿cómo puede ser así si se comió a sí misma hasta la muerte?", aseguro su madre ante la preocupación que le generó en su momento el mal trato y diagnosticó que las instituciones realizaron con su hija. Ahora un juzgado ha concluido que un mal diagnóstico de la enfermedad de la joven fue el causante del fallecimiento.