La noticia del trágico suicidio de una joven de 21 años ha conmocionado a Reino Unido. Kirsty Farbrother fue hallada muerta en la vivienda donde vivía con su madre, de 46 años, en Staffordshire, situado en el centro de Inglaterra.
La joven había estado luchando contra una severa depresión después de la muerte de su hijo, de un mes, en 2011, y tras el fallecimiento de su pareja, Callum Lines, de 23 años, en septiembre del año pasado.
Sin embargo, la madre de la víctima no supo la depresión que tenía su hija hasta después de la muerte. Los expertos descubrieron que Farbrother había estado planeando su propia muerte después de que falleciera su pareja.
"Kirsty parecía feliz, incluso estaba haciendo su vida. Pero ella, realmente, estaba ocultando todos sus sentimientos y su depresión a todo el mundo. Ella creía que el mundo no le ofrecía nada, había perdido a su familia, a su pequeño universo, y no pudo aguantar más", señaló devastada su madre, Tracey, según recoge Daily Mail.
Farbrother tuvo a su primer hijo con su pareja, Callum, con 17 años. Sin embargo, el pequeño nació antes de tiempo y murió al mes de nacer.