Dicha intervención protagonizada por la Unidad Local de Análisis de Riesgo de la Administración de Aduanas se produjo en la terminal de carga del Aeropuerto de Gran Canaria tras someter a inspección física un bulto, procedente de Italia.
Las pistolas, datadas a principios del siglo XIX, son armas de avancarga e históricas de la 6ª categoría según el citado Reglamento, de tipo llave de chispa o de pedernal, fabricadas en el área de los Balcanes.
Las mismas fueron adquiridas por un comprador de nacionalidad extranjera y residente en Tenerife de una casa de subastas especializada en este tipo de productos, y que carecía de las licencias necesarias tales como ser titular de un Libro de Coleccionista o Libro Registro, u otras referidas en el artículo 107 del real decreto 137/1993, de 29 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Armas para su adquisición y tenencia.
Este tipo de actuación conlleva la intervención y depósito de las armas, además de una sanción por infracción a la Ley de protección de la seguridad ciudadana en artículo 36.12, que puede conllevar multas de entre 601 y 30.000 euros, en concordancia con el citado Reglamento, quedando las armas depositadas en la Intervención de Armas de la Comandancia de Las Palmas a disposición de la Delegación del Gobierno.