Los alumnos del Joan Fuster vuelven a clase

Noticias Cuatro/Agencias 22/04/2015 08:34

A las 8 de la mañana se han reanudad las clases en el centro Joan Fuster de Barcelona donde alumnos y profesores intentan retomar su rutina. Los Mossos han organizado un perímetro de seguridad para impedir que los medios de comunicación se acercasen a la puerta del centro. En la fachada un gran pancarta pide respeto para los integrantes de la comunidad educativa del intituto barcelonés.

Durante la jornada del martes, que se decretó día de luto, en el centro no se han impartido clases y los alumnos y el personal docente han acudido al centro para recibir atención psicológica. Ahora, los responsables del instituto buscan volver a la rutina e impartir las clases con la mayor normalidad posible.

Padres del instituto barcelonés Joan Fuster han defendido al centro y han destacado que los alumnos están recibiendo el apoyo necesario para afrontar la muerte de un profesor presuntamente a manos de un estudiante, ya que este martes han tenido una reunión en sus respectivas aulas con su tutor y un psicólogo.

"La vida continúa"

En declaraciones a los periodistas a las puertas del centro, donde los menores han tenido la sesión con sus maestros y psicólogos de 10 a 12 para elaborar un relato común y hablar de lo vivido en el instituto, los padres han explicado que los menores están "muy tocados" y que es una vivencia que perdurará.

"Es una vivencia que les marcará, que la recordarán toda la vida", ha explicado Ferran a los periodistas.

Este padre, que lleva al instituto a su hijo de cuarto de ESO, ha relatado que lo primero que les han dicho los psicólogos es que "la vida continúa y mañana comienza de nuevo el día a día".

"Deberán ir sacando lo que llevan dentro y asimilándolo" después de ver lo que le ha ocurrido a gente conocida, el fallecido era el tutor sustituto de su hijo.

La ballesta, del padre del menor

Mientras, la investigación del caso sigue su curso. Los Mossos han encontrado en la vivienda familiar del joven agresor dos escopetas, un machete y tres ballestas de juguete así como un plano del instituto en el que ocurrieron los hechos.

La ballesta que utilizó el menor en su ataque, que pertenecía a su padre, pudo haber sido manipulada y se está analizando en el laboratorio de balística de los Mossos.