El reciente caso sobre la liberación en Estados Unidos de las jóvenes secuestradas tras 10 años de cautiverio, ha recordado a lo que otras chicas como ellas tuvieron que vivir. Casos como el Monstruo de Amstettem que mantuvo cautiva en el sótano a su hija durante 24 años o Natasha Kampus que pasó confinada ocho años en un zulo, han conmovido al mundo.