En una rueda de prensa celebrada este jueves, March ha dicho que la LOMCE "tiene una solución política" y que, por ello, el Govern "está utilizando todos los instrumentos para minimizar los efectos de una ley que no es del siglo XXI" y que cuenta, según ha dicho, "con el rechazo de la mayoría de Comunidades Autónomas".
March ha explicado que el Govern "se está coordinando con las otras Comunidades Autónomas para tener una posición común" en este tema y que él mismo comenzará una ronda de reuniones para "saber cual será la respuesta de la administración y la comunidad educativa de Baleares ante las reválidas, las cuales son lamentables".
LA FUTURA REVÁLIDA DE BACHILLERATO
En cuanto al examen de final de curso de Bachillerato, que este curso no tendrá efectos para titular pero sí para cursar estudios superiores, March ha explicado que la Conselleria "está en contacto con la Universidad de las Islas Baleares (UIB) para ponerse de acuerdo en qué tipo de prueba se debe hacer", aunque ha aclarado que "la filosofía de la Conselleria" es que se realice una prueba semejante a las actuales Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU).
Como esta 'reválida' "sirve para entrar en la universidad", el conseller ha explicado que "se tiene que hacer sí o sí", pero ha recordado que este curso "no tendrá efectos académicos". Además, ha añadido que la Conselleria podrá dar más información en el mes de octubre con el objetivo de "reducir la incertidumbre que hay al respecto".
Cabe recordar que el Govern ya presentó en 2015 un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Supremo contra el Real Decreto que regula las características generales de las pruebas de evaluación final de sexto de Primaria establecidas en LOMCE, aunque según March la Conselleria "todavía no tiene una respuesta al respecto".