En rueda de prensa en Málaga, tras reunirse con los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Juan Jesús Vivas y Juan José Imbroda, respectivamente, Sanz ha señalado en que se trata de "una agresión muy violenta", pero ha incidido en que no se produjeron incidentes ni antes ni durante el partido y en que "no fue un choque entre aficiones".
Así, ha señalado que todo apunta a que se trata de otro tipo de grupos por la forma en la que actuaron, "entrando a un restaurante, para ir a buscarlos, darles una paliza y hacerles cortes con consecuencias a nivel arterial importantes", y porque "visten de una manera, de negro, todos igual, llevan pasamontañas".
El delegado del Gobierno en Andalucía ha señalado que "aunque puedan tener relación con un equipo de fútbol, si la tuviesen, el partido y el fútbol se tiene que desligar inmediatamente", porque "no representan ni al deporte ni a Sevilla", recordando que el Sevilla FC lo hizo.
Ha apuntado que la Policía trabaja "para identificar a más" personas que pudieran haber participado porque hay "pruebas y existen medios" y ha confiado en "un resultado positivo de la Policía y que sea pronto", así como que "haya consecuencias donde quede claro que debe caer sobre ese tipo de grupos organizados para el ejercicio de la violencia el imperio de la ley con toda contundencia".
Ha indicado que se tomaron medidas el mismo día, impidiendo el acceso al estadio de fútbol de un número determinado de personas que se consideraban que pudieran estar vinculados a estos hechos. Al respecto, ha reiterado que el próximo miércoles se constituirá una comisión para la erradicación de la violencia en el fútbol, que ya estaba prevista con anterioridad a estos hechos.
Sanz ha explicado que no se hablará solo de la violencia en los partidos de alto riesgo o encuentros internacionales sino también en el fútbol base y de otras divisiones, destacando que con esta comisión "se da un paso importante para todo tipo de práctica de este deporte".