En el vídeo podemos observar como un gato juguetea confuso con una serpiente atrapada en las fauces de un sapo. El felino, confuso, parece no dar crédito a lo que está viendo y no duda en tocar y amedrentar al reptil que se defiende como puede. El que parece totalmente tranquilo y paciente es el sapo que no se mueve un milímetro de su posición durante toda la escena.