Jes, esposa del jugador de los All Whites, Jeremy Brockie, estaba feliz de poder darles a Bec y a su marido Gareth el bebé que siempre habían querido tener, pero no podían concebir por los problemas de fertilidad de la mujer. De manera repentina, Bec falleció en septiembre, por lo que no fue capaz de conocer a su hijo Rixon James Arena, que nació el 20 enero de este año. La muerte de la mujer devastó a su marido, quien ahora se enfrenta a tener que criar a un niño en solitario.
La página de GoFundMe, promovida por Krystal Stevens, asegura que este proceso le ha dado a Bec y Gareth un regalo que no se puede pagar con dinero, pero esto les genera unos grandes gastos, entre los que destaca los gastos médicos, los vuelos desde Sudáfrica o las tasas de los abogados, según Metro.
La muerte de Bec ha cambiado trascendentalmente los planes de la pareja. El matrimonio tenía planeado que Bec se quedara en casa cuidando del pequeño, mientras Gareth trabajaba. Pero ahora, es él quien se tiene que encargar del niño, por lo que no obtiene apenas ingresos por su trabajo.
En la página se explica además que Bec nunca hubiera pedido ayuda, igual que su pareja no lo hace ahora, pero realmente la necesita. Además, los Brockies, le apoyan plenamente y han demostrado estar a su lado. Jes ha querido compartir en su cuenta de Twitter una foto del pequeño acompañado de un agradecimiento a la pareja.
El futbolista Jeremy Brockie ha publicado que se siente orgulloso de su mujer por haber formado parte de un camino tan bonito, como es la gestación subrogada.