La exposición a niveles altos de contaminación atmosférica reduce los beneficios de la actividad física

EUROPA PRESS 03/11/2016 17:32

El trabajo ha analizado qué efectos tiene para la salud la práctica de ejercicio físico en la ciudad, bajo la exposición a la contaminación atmosférica provocada por el tráfico de coches. Para ello, realizaron un seguimiento individual a 30 personas sanas de Barcelona durante cuatro días, en diferentes escenarios de exposición a la contaminación atmosférica.

Así, los resultados muestran que los participantes experimentaron un aumento significativo de la función de las vías respiratorias a corto plazo, que se prolongó durante varias horas después de haber realizado actividad física, incluso en ambientes contaminados.

Sin embargo, la exposición a niveles elevados de contaminación atenuó los beneficios respiratorios derivados del ejercicio. En concreto, las personas experimentaron una disminución a corto plazo en la función de las vías respiratorias altas y bajas, independientemente del nivel de actividad física que habían practicado.

El estudio sugiere que la actividad física reduce los efectos negativos que algunas partículas en suspensión (PM2,5, PM10 y PMcoarse) tienen en las vías respiratorias. Además, el nivel de exposición previo también influyó en la función pulmonar de los participantes.

El coordinador del estudio y director de la iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, Mark Nieuwenhuijsen, reconoce que estudios previos ya habían mostrado que las personas que realizan deporte en la ciudad estaban más expuestas a la contaminación atmosférica, pero había la duda de si la practica de actividad física en ambientes con alta contaminación era beneficioso o perjudicial para la función pulmonar.

Sin embargo, el estudio realizado muestra que la exposición a varios contaminantes ambientales sí tiene un impacto en las vías respiratorias, aunque "es necesario realizar más estudios para confirmar esta asociación".

Otro estudio coordinado por ISGlobal y publicado en 2015 ya mostraba que los beneficios de la actividad física sobre nuestra salud son superiores a los perjuicios causados por la contaminación atmosférica.