Experto lamenta que vivir en zonas urbanas aumenta el riesgo de enfermedades crónicas pese a tener mejor atención

EUROPA PRESS 22/09/2017 10:52

Este empeoramiento de la calidad de vida está provocado por el transporte, la contaminación, el ruido, el tráfico o el estrés, pero también por hábitos poco saludables como la inactividad física, el consumo de alcohol y tabaco y la mala alimentación.

"En las ciudades se ha olvidado cocinar y cocinamos cada vez menos y peor", ha añadido Manuel Franco, profesor adjunto de la Jonhs Hopkins Bloomberg School of Public Health y uno de los investigadores que imparten el curso, lo que da lugar a un "elevado consumo de productos ultraprocesados frente al empleo de alimentos más naturales en zonas rurales".

Y esos malos hábitos han provocado, con el paso del tiempo, un aumento de las enfermedades crónicas, como la diabetes, el cáncer o las cardiopatías, que continúa siendo el principal problema de salud internacional.

Pese a ello, las ciudades ofrecen diversas oportunidades para prevenir estas enfermedades crónicas, sobre todo, con cambios estructurales que afectan a los malos hábitos de vida de la sociedad en cuanto a alimentación, actividad física y consumo de tabaco y alcohol.

Además, es preciso trabajar para corregir las desigualdades que se producen en el ámbito de la salud, muy patentes en las ciudades como reflejo de las diferencias sociales y la segregación económica y social que existe. Más aún teniendo en cuenta que las proyecciones demográficas mundiales muestran que, en el año 2050, más de dos tercios de la población mundial vivirá en núcleos urbanos.

Por ello, según Franco, hay que crear ciudades sin diferencias sociales. "Si se construyen carriles bici o se potencian los comercios de proximidad en las zonas urbanas, esto debe llegar a todas las zonas de la ciudad, no sólo a determinados barrios, porque si es así también se producen desigualdades", ha defendido.