Según ha informado el canal VTM a partir de información de la Agence Belga, pese a que finalmente se trataba de una falsa amenaza de bomba, la incidencia ha obligado a la tripulación a activar el procedimiento de emergencia y desalojar el avión para comprobar de nuevo todo el equipaje con perros para detectar cualquier posible carga explosiva.
El avión ha podido finalmente despegar con retraso y la Policía Federal del país ha abierto una investigación judicial sobre el suceso. Según el fiscal Halle Vilvoorde, el responsable del incidente ha sido un individuo residente en Bélgica de origen italiano que "probablemente iba borracho" y que viajaba junto con otras ocho personas.
En marzo de 2016, un doble atentado en el aeropuerto de Bruselas reivindicado por el DAESH terminó con la vida de 35 personas e hirió a más de 300 personas.