"Nuestros resultados muestran que tomar vitamina B6 mejoró la capacidad de las personas para recordar los sueños en comparación con aquellos a los que se dio un placebo", ha explicado el principal autor de la investigación, el doctor Denholm Aspy, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Adelaida, quien puntualiza que la vitamina B6 "no afectó ni a la intensidad ni a los patrones de sueño".
"Parece que a medida que pasaba el tiempo mis sueños se volvieron más claros y fáciles de recordar. Tampoco olvidé fragmentos a medida que avanzaba el día", ha señalado uno de los participantes después de completar el estudio, mientras que otro se ha pronunciado en la misma línea: "Mis sueños eran más reales, no podía esperar para meterme en la cama y soñar".
Por otra parte, el doctor Aspy ha destacado que esta constatación podría tener otras implicaciones, ya que el sueño lúcido tiene "muchos beneficios potenciales". "Por ejemplo, puede ser posible usar sueños lúcidos para superar pesadillas, tratar fobias, resolver problemas creativos, perfeccionar las habilidades motoras e incluso ayudar con la rehabilitación del trauma físico", ha explicado el especialista, quien apunta que para tener este tipo de sueños es "muy importante poder recordar los sueños con regularidad".