El joven que envenenó a toda su familia: "Quería castigarlos por impuros"

cuatro.com 07/12/2017 15:21

Los 'carabinieri' habían arrestado este miércoles a Mattia Del Zotto por el homicidio de su tía y sus dos abuelos paternos de más de 90 años.

Poco después, cuando la investigación estaba en curso, intentó repetir envenenando a su padre, a sus otros abuelos, la cuidadora de estos y a su cuñado.

Esta vez, los envenenados fueron hospitalizados por una intoxicación severa y se salvaron.

Todos creían que eran intoxicaciones accidentales por el agua del pozo que bebían, por el excremento de las palomas, pero en la casa del pueblo los investigadores encontraron la pista del talio.

El metal pesado, altamente tóxico si se ingiere, fue encontrado en las hojas desmenuzadas que contenía el bote. Con estas los familiares se preparaban las tisanas.

Esta pista levantó las sospechas que llevaron a la detención del joven de 27 años que aseguró que "nunca sabréis por qué lo he hecho".

Los investigadores rastrearon su móvil y la geolocalización reveló que este había estado en una empresa química que le vendió el talio.

La factura de compra también fue encontrada.

La madre contó a los agentes que su hijo seguía una nueva religión, un tipo de secta y los agentes que abrieron su ordenador encontraron que la contraseña era 'gloriosoDios'.

"Lo he hecho para castigar a los impuros, ha dicho el joven al ser interrogado. Nunca sabréis por qué lo he hecho. No quiero colaborar con vuestra institución ni ninguna institución de este Estado."

Un joven de 27 años aislado y solitario

Los vecinos que lo conocen aseguraron a La Repubblica que es un joven solitario, apasionado de la informática.

No trabajaba, a pesar de su título de contable. Era "problemático" e "introvertido", según sus familiares.

Los investigadores creen las intenciones de Mattia Del Zotto era "exterminar a toda la familia".

Ha acompañado a los agentes al sótano de su casa, donde vivía con sus padres. Allí encontraron el veneno en diferentes botellas plásticas el sulfato de talio, así como las facturas por un coste de 248 euros.

Solo había utilizado un bote de 60mg. El resto estaba intacto, a la espera de ser utilizadas en sus próximas víctimas.