Según informa Metro, los encargados de realizar el rescate encontraron más de tres cuartas partes del cuerpo de la pequeña totalmente carbonizados dentro de la barbacoa. Medios locales informaron de que los vecinos llegaron a escuchar llorar a la niña momentos antes del fuego que se produjo en el garaje.
Al parecer, la madre, de 27 años, dijo supuestamente en la escena del crimen a la policía que “ambas teníamos que quemarnos vivas, sólo así entraríamos juntas en el cielo”. Y aunque no se ha conocido el nombre de la progenitora, sí se ha revelado que esta tuvo que ser trasladada a un hospital debido a una grave intoxicación por monóxido de carbono.
Así, la madre aún no ha podido ser interrogada por culpa de su mal estado tanto de salud como mental, pero sí ha sido detenida y se encuentra en el centro hospitalario vigilada por la policía bajo sospecha de asesinato.
Ahora, la Policía y el Ministerio Público belga tratan de averiguar si la niña ya estaba muerta cuando fue introducida en la barbacoa, o si por el contrario aún estaba viva cuando fue arrojada a las llamas.
Y aunque la autopsia de la pequeña ya se ha realizado, la fiscalía de Halle Vilvoorde no ha revelado aún la causa de la muerte de la menor.
El psiquiatra Hans Hellebuyck ha explicado que es “difícil de estimar” lo que puede pasar por la mente de la gente en este tipo de casos. Y si como la mujer dice, tenía pretensión de quemarse ella también para entrar juntas en el cielo, Hans indica que “es posible que ella esté enferma mentalmente”.