Esta perrita, que llevaba desaparecida cuatro días, pudo volver a casa gracias a un microchip. Con él se pudo identificar quién era su dueño y así poder llamarle para que pudiera recoger a su perrita. Sin darse cuenta se separó de su dueño y estuvo perdida varios días en la calle en EEUU. Cuando la encontraron estaba muy asustada y desconfiada con todo lo que veía y estaba a su alrededor.