Entre goteros, amenazantes aparatos y señales de prohibición trabajan la Doctora Lunarcita y el Doctor Locura. Su primera visita del día se la hacen a Marina, que se opera de amígdalas. La pequeña se ríe y eso le resta tensión antes de entrar en quirófano. El hospital madrileño Gregorio Marañón tiene una plantilla fija de estos doctores sonrisa de la Fundación Teodora que financia Iberdrola. Reducen el estrés emocional en un momento complicado de los pequeños.