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Este sábado se celebra el Día Mundial del Cáncer Infantil, la principal causa de muerte de niños en países desarrollados. En España, cada año se diagnostican en España más de 1.000 niños con cáncer, pero hay una estadística muy esperanzadora: aproximadamente un 80% consiguen superar la enfermedad. Acercamos las historias de tres familias que han pasado por esta larga travesía pero con un final feliz. Nos lo cuentan las familias de tres pequeños; Isabel, Telma, y Samuel.
Conocíamos a Isabel con dos años, en brazos de su padre Daniel y en pleno proceso de recuperación de una leucemia muy grave, siete años después de su diagnóstico, está sana. "Las piernas te tiemblan, no sabes qué está pasando con sólo seis meses. Yo recuerdo que le decía, no te mueras cariño no te mueras y lo cumplió. Isabel está aquí con nosotros, como veis, sin ningún tipo de síntomas, está perfecta, 'supersana' y nosotros felices", señala Daniel Guerrero, padre de la pequeña Isabel.
Esta heroína, inquieta y divertida, disfruta yendo al cole, de su familia y de sus amigos. En definitiva, es una niña más donde la rutina es sinónimo victoria. Forma parte de una estadística esperanzadora...el 80 por ciento de niños que sufren cáncer se recuperan. En ello, superando una lucemia, está Samuel, con 5 años. "Está en una fase de mantenimiento en la que tiene una quimioterapia oral pero que le permite ya está incorporado en una vida normal de mantenimiento. Vuelve a recuperar una infancia perdida durante estos 20 meses", señala Rocio Brasero, madre de Samuel.
Porque uno de los efectos secundarios en las familias es cómo afecta a todos la enfermedad. "Por un lado está él pero también ella -hermana de Samuel-, que su vida cambia radical cuando ella está bien. Es un cambio tremendo. Tuvo que salir del cole mucho tiempo para no traer la gripe a casa. Tuvo que vacunarse para proteger a su hermano", añade la madre.
Otro de los efectos secundarios, no médicos, es el miedo a una recaída. "Siempre te deja con mucha incertidumbre esta enfermedad, y más porque ves que hay muchas recaídas, pero piensas en que tu hija ya está bien", comenta Maribel, madre de Telma.
Su hija es Telma. Tiene 10 años y muy claro qué va a ser de mayor. "Yo quiero ser oncóloga para ayudar a niños como yo", cuenta la pequeña Telma. "Con 5 años un catarro que no se curaba resultó ser un tumor, un neuroblastoma con metástasis. Ningún tratamiento tipo le funcionaba, pero un ensayo clínico, su cordón umbilical congelado por sus padres al nacer de forma casual y unos superpoderes, le salvaron la vida. "Salió adelante, que hasta los médicos decían que no se lo creían que fuerza tiene. Es todo un ejemplo", añade la madre.
Ese miedo a la recaída, que niños cómo Telma puedan disponer de terapias personalizadas para intentar reducir ese 20% de menores que no superan la enfermedad y prevenirla. "Hoy en día el cáncer infantil no se puede prevenir en la mayoría de los casos. No hay factores de riesgo a diferencia del cáncer adulto. ", señala Jesús Sánchez, responsable de los proyectos de la Fundación CRIS.
Es fundamental aumentar las ayudas a proyectos de investigación como los de la fundación Aladina o la fundación Cris, para que nuestros pequeños, como Telma, Isabel o Samuel no tengan que ser superhéroes, sólo niños.
Las ayudas para la investigación del cáncer infantil comenzaron en 2007, y se centran principalmente en la búsqueda y aplicación de tratamientos más específicos. Desde ese momento hasta la actualidad se han financiado 42 proyectos con una inversión total de 8,7 millones de euros.
En oncología pediátrica, la supervivencia global a los 5 años es mayor del 80%, y en torno a un 75% a los 10 años. Cada año se diagnostican en España alrededor de 1.400 niños con cáncer, de los cuales un 20% no consiguen superar la enfermedad. El cáncer infantil es la principal causa de muerte de niños en países desarrollados.
Los cánceres más comunes en niños son las leucemias agudas con un 25% de casos y los tumores cerebrales que representan el 20%. Se ha comprobado que un 10% de niños desarrollan esta enfermedad por predisposición genética.