Todo los detalles del caso del pederasta de Ciudad Lineal

Noticias Cuatro / Agencias 24/09/2014 12:35

El detenido por la serie de secuestros de niñas Antonio Ortiz, es español y tiene 42 años. Había huido de Madrid a Santander, según Interior, por la presión policial.

Antecedentes

El arrestado tiene diversos antecedentes por otras actividades criminales. Se dedicaba, entre otros asuntos, a realizar cobros a morosos por encargo y ya había pasado por la cárcel en los años noventa por un delito similar contra una niña de seis años, cumpliendo una condena de siete años.

Su perfil: podría “haber ido más allá”

Fuentes consultadas le describen como un "auténtico depredador" y aseguran que podría "haber ido más allá" en caso de haber cometido un nuevo secuestro, incluso haber acabado con la vida de su víctima para evitar ser identificado.

Se dedicaba a la compraventa de vehículos, era aficionado a las artes marciales y el culturismo. Además, era violento.

Modus operandi

Una vez elegida su víctima, el arrestado sedaba a la menor, se la llevaba y, tras abusar de ella, la abandonaba en sitios cercanos a la zona de secuestro.

Crímenes anteriores

Según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, está acusado de cinco agresiones a menores de entre cinco y once años y tres tentativas. La primera víctima conocida fue una menor que el 10 de abril desapareció cuando iba a una tienda de golosinas cerca de un parque del distrito de Ciudad Lineal. La desaparición se produjo sobre las 20.30 y la niña estuvo desaparecida durante cinco horas. Ya de noche, apareció desorientada cerca de una boca de metro.

El 17 de junio se repitieron los mismos hechos, esta vez, con una niña de origen chino que jugaba en la calle, muy cerca de la tienda que regentaban sus padres. La niña, que también fue secuestrada por la tarde, estuvo desaparecida durante cuatro horas, y había sido drogada. De hecho, tuvo que ser ingresada en un hospital, donde permaneció unos días.

El último secuestro tuvo lugar el pasado mes de agosto cuando raptó a una niña de origen dominicano de siete años. El suceso se produjo después de que los abuelos de la pequeña, en un descuido, la perdieran de vista, una situación que el secuestrador aprovechó para que subiera a su vehículo. En este caso, no la narcotizó, y, después, la menor pudo contar a la Policía lo que recordaba, llegando a describir el coche en el que había montado.

Operación Candy

La investigación se ha conocido con el nombre de 'Operación Candy' y se activó un plan especial por el que la Policía Nacional incrementó su presencia en el madrileño distrito de Ciudad Lineal un 30 por ciento y, además, al comienzo de curso hubo reuniones tanto con los directores de los centros de tres distritos colindantes como con vecinos y padres para dar consejos de cómo actuar.