Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los policías que algunos de los vendedores de marihuana de la ciudad de Valencia se estarían proveyendo de la misma en algún punto de la Pobla de Vallbona, según ha informado la Comisaría Provincial en un comunicado.
Así, averiguaron que dicho punto estaba ubicado en un domicilio de esta localidad, y que el mismo estaba arrendado a un joven y que éste a su vez se lo había arrendado a una mujer.
En el transcurso de las investigaciones, los agentes descubrieron que en la vivienda no residía nadie y que diariamente acudía a la misma la pareja de la mujer. Además, una vez por semana el joven que había arrendado el domicilio a la mujer acudía para realizar labores de supervisión y tomaba grandes medidas de seguridad en los desplazamientos, acudiendo con diferentes coches.
Los policías comprobaron que la vivienda estaba solamente dedicada al cultivo de la marihuana y que no era punto de venta, así como que, al parecer, el joven que se la había arrendado a la mujer era el que sufragaba los gastos de alquiler, instalación de los aparatos, utensilios para el cultivo y pagaba una cantidad mensual a la pareja por encargarse del mantenimiento de la plantación y por figurar en la documentación del alquiler de la vivienda y los diferentes suministros.
2.800 PLANTAS
Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del domicilio y uno de los sospechosos fue interceptado al abrir la puerta. Tras realizar un registro, se incautaron de unas 2.800 plantas de marihuana, 12 kilos de cogollos, 715 euros, 171 lámparas de calor, 69 transformadores, 21 temporizadores, 24 ventiladores y decenas de tubos y aparatos de aire acondicionado portátiles y fijos.
Los policías comprobaron que las tres plantas de la vivienda estaban preparadas para el cultivo interior marihuana, ya que toda la casa estaba panelada con pladur y las ventanas cerradas y selladas.
Por este motivo, detuvieron a estas tres personas de origen español como presuntas autoras de los delitos contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico.
De los tres arrestados, sin antecedentes policiales, los hombres pasaron a disposición judicial, mientras la mujer tras ser oída en declaración fue puesta en libertad, no sin antes ser advertida de la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando para ello fuese requerida.