En estos casos, como siempre que existe de posibilidad por cercanía, los embalses han estado a disposición para la recarga de los efectivos aéreos del Gobierno de Aragón y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).
En el caso del incendio que se inició el pasado sábado en Atarés en las inmediaciones del Monasterio de San Juan de la Peña, se dispuso de los embalse de Yesa en el río Aragón y de La Peña, en el Gállego y también con el punto de agua construido por la CHE en el monte de Ordolés y Fatás (Huesca), que gestiona el propio organismo y que tiene 300.000 litros de capacidad.
Por su parte, el incendio que se declaró el pasado miércoles en las inmediaciones de Fornillos contó con las reservas de La Sotonera.
El punto de agua de Ordolés y otras actuaciones de mejora para la prevención de incendios forestales han sido ejecutadas por la Confederación con participación de fondos europeos a través del programa financiero EEA Grants.
Además a todo ello se suma que los agentes forestales del organismo de cuenca, encargados de los montes de gestión de la Confederación, también se ha puesto a disposición para colaborar con las cuadrillas encargadas de la extinción de estos incendios.
La CHE gestiona más de 30.000 hectáreas de montes distribuidas por distintas provincias. La mayor parte de ellas son terrenos que fueron repoblados tras su adquisición, y cumplen en la actualidad con las funciones básicas de protección frente a la erosión hídrica y regulación de las escorrentías.
En ellos, se trabaja para la prevención de incendios con todo tipo de acciones, entre las que se encuentran repoblaciones, restauración de riberas, creación, mantenimiento y mejora de la red de infraestructuras de prevención de incendios forestales, mejoras de pistas forestales,
Además, el Servicio de Aplicaciones Forestales desarrolla una actvidad de vigilancia en esta prevención.