Comparte una foto de su hijo consolando a su hermana antes de morir por un tumor cerebral

Noticias Cuatro 12/06/2018 11:31

En la foto que se ha vuelto viral, aparece Jackson, el hermano mayor de seis años de Addy, acariciándole la cabeza y dándole la mano a la niña mientras ésta yace en una cama de hospital.

Un niño pequeño no debería tener que despedirse de su compañera. Su compañera de juegos, su mejor amiga, su hermanita. No debería ser así, pero este es el mundo roto en el que vivimos”, escribió Matt en Facebook.

El tumor que padecía Addy era un Glioma pontino intrínseco difuso (GPID), que es una forma muy agresiva de cáncer que se presenta en niños de entre cinco y nueve años. Ella fue una de las pacientes más jóvenes, ya que la diagnosticaron a la temprana edad de dos años. El GPID se encuentra en la base del cerebro y la parte superior de la columna vertebral y afecta al corazón, la respiración, la deglución, la vista, el sueño, la presión arterial y el equilibrio.

Entre los primeros síntomas se encuentra dificultad para caminar, movimientos extraños de las extremidades y problemas de equilibrio. Fueron estos síntomas los que alertaron a sus padres, Matt y Chandra, que algo no estaba bien con su hija en 2016. Al principio les pareció que caminaba de forma “divertida”, pero luego acudieron al médico, que les dio la terrible noticia.

“Una de sus piernas se balanceaba de forma extraña, por lo que pensaron que podría tratarse de un problema ortopédico. Cuando los médicos descubrieron el GPID les dijeron que disfrutaran el tiempo con ella, porque se iba a morir. Tras las 33 sesiones de radioterapia, los doctores nos dijeron que el tumor volvería y que cuando lo hiciera no habría nada que pudiéramos hacer al respecto”, explica Ann Sooter, la abuela de Addy, a Daily Mail.

Y eso fue lo que sucedió. Tras la radioterapia, el tumor volvió con más fuerza pero sus padres nunca perdieron la esperanza de salvar a Addy.

Viendo que no tenían mucho tiempo, la familia viajó a Disney World para que Addy viera un espectáculo de Frozen y también viajaron a Colorado, para que conociera la nieve y las montañas.

Por desgracia, Addy empeoraba, por lo que le realizaron una resonancia magnética. “Los resultados no fueron buenos. Descubrimos que la parte original del tumor había muerto, lo que hubiera sido prometedor, pero ahora hay nuevas partes del tumor que crecen agresivamente alrededor del original”, explica Ann.

Viajaron a México para someterla a un tratamiento de quimioterapia experimental en el que gastaron casi 170.000 euros (200.000 dólares) y que estaba basado en drenar el líquido del cerebro antes de recibir la quimioterapia a través de dos catéteres. Pero el cáncer continuó propagándose, por lo que volvieron a Arkansas.

El pasado dos de junio, su padre contó en Facebook que la niña no podía tragar, ni comer nada. Al día siguiente falleció. Sus padres animan a realizar donaciones a la Fundación Michael Mosier Defeat GPID, al Hospital Infantil de Arkansas o a las Casas de Caridad de Ronald McDonald también de Arkansas.