El dispositivo es un ventilador que extrae las partículas contaminantes, presentes en los aparcamientos subterráneos a niveles hasta seis veces superiores al límite impuesto por la UE, y las carga positivamente. El ventilador tiene una placa con carga negativa que las atrae y atrapa como un imán.
El tráfico rodado no es la única causa de la polución urbana. Según el doctor Blocken los frenos y los neumáticos también generan partículas nocivas, y por ello el problema de la contaminación no desaparecería aunque todos los coches fueran eléctricos.
Las pruebas realizadas en Eindhoven (Holanda) por el equipo dieron como resultado una reducción del 50% de la contaminación en las calles contiguas a los aparcamientos donde se instaló el dispositivo.
Asimismo, Blocken señala que esta tecnología es muy asequible y solo incrementaría el precio del aparcamiento entre 10 y 20 céntimos por estancia.