Se casan en el hospital para que su recién nacida prematura sea testigo del enlace

Noticias Cuatro 17/04/2018 12:14

Durante el embarazo, Rubia Ferreira, de 42 años, empezó a sentir dolores muy fuertes en el abdomen. Como no cesaban, la pareja acudió al hospital, donde los especialistas diagnosticaron a la futura mamá con el Síndrome de Hellp.

Esta afección suele desarrollarse antes de la semana 37 de embarazo y causa síntomas como convulsiones, falta de visión y una alta presión arterial. Poco a poco, los órganos de la madre estaban dejando de funcionar, por lo que los médicos concluyeron en que lo único que salvaría las vidas de Ferreira y su hija era someterse a una cesárea de emergencia.

“Estaba muy nervioso, pero ella lo estaba aún más que yo, así que estuve intentando mantener la calma para que se sintiera mejor”, explica Tyler Campbell, de 24 años, y ahora marido de Ferreira.

La cesárea tuvo lugar el 8 de noviembre de 2017 y, debido a que la pequeña tan solo tenía 24 semanas de gestación cuando nació, fue ingresada en el hospital durante varios meses.

Además, la pequeña padece hipertensión pulmonar, una afección causada por displasia broncopulmonar. Esto es una enfermedad pulmonar crónica que padecen algunos bebés prematuros.

Que su bebé naciera antes de tiempo, descolocó los planes de boda de Ferreira y Campbell. Tenían planeado casarse en una playa de Japón, ya que fue allí donde se conocieron. Por desgracia, con su bebé ingresada, viajar al extranjero era inviable.

Sin embargo, Ferreira vio por casualidad un vídeo en Facebook en el que una pareja se casaba en el hospital y pensó que ellos podrían hacer lo mismo.

“Se lo preguntamos a una enfermera que conocemos y ella lo organizó todo. Eso fue dos semanas antes de San Valentín y pensamos que sería perfecto que ese día fuera el de nuestra boda”, cuenta Campbell.

Y así fue. El pasado 14 de febrero la pareja se casó en el Hospital justo al lado de Kaelin, su bebé de cinco meses.

“¡Estaba muy nervioso! Todas las enfermeras del hospital me miraban y yo estaba ahí quieto. Pero luego entiendes el momento y no te preocupas por quién está a tu alrededor. Eso me sucedió cuando la vi caminando por nuestro pequeño pasillo improvisado, que es el pasillo de la habitación de nuestra hija. Estamos muy contentos de que nuestra hija pudiera estar allí. Estábamos muy emocionados”, relata Campbell en declaraciones recogidas por People.

Aunque se está recuperando poco a poco, los médicos calculan que Kaelin permanecerá ingresada cinco meses más antes de ir a casa con sus padres por primera vez.

“Estoy muy feliz porque nos casamos frente a Kaelin. Todos me ayudaron”, cuenta Ferreira, a lo que su marido añade “Todas las enfermeras y doctores que cuidaron a Kailyn estaban allí. Todos lloraron. Había mucho amor en la habitación”.