La desgarradora carta de un hombre al "asesino" que mató a sus cuatro perros

Noticias Cuatro / Agencias 27/04/2018 01:54

Desolado, consternado y sin encontrar explicación a tal grado de crueldad, Luciano Pérez ha denunciado públicamente a través de Facebook el “asesinato” de sus cuatro perros “a golpes” y “sin escrúpulos”.

Tal y como manifiesta, el suceso tuvo lugar durante Semana Santa en Muchamiel, Alicante, y su asesino tiró a los animales a una balsa de agua tras cometer la atrocidad. Linda, Tina, Dana y Dumbo, como se llamaban las mascotas de Luciano, fueron encontrados con signos de violencia e impregnados de la putrefacción de las aguas. “Este hombre, u hombres, mutiló a Dana y mató a tres más a golpes, y los tiró a una balsa; y está o están libres por falta de pruebas. Una brutal historia de maltrato animal”, denuncia.

RECOMPENSA DE 3.000 EUROS

Acompañando el mensaje con unas imágenes muy duras y explícitas, Luciano transmite su dolor en una advertencia para todos aquellos que habiten la zona: “Unos asesinos de perros andan sueltos. Mis perros no merecían morir así. […] Eran unos perros muy buenos y cariñosos con todos los animales y humanos, y juguetones e inocentes como un niño recién nacido”, lamenta.

Llamando a “no permitir que pasen este tipo de acciones” y “alentando a la comunidad a corregir cualquier comportamiento de este tipo” que, alerta, “podrían ser la génesis de asesinatos de humanos”, ofrece además una recompensa de 3.000 euros para aquellos que aporten “información veraz sobre la identidad del asesino de perros de la localidad”, elevándola a los 6.000 si logra con ello “encerrarlo en la prisión”.

"CARTA A UN ASESINO"

Bajo el título ‘Carta a un asesino’, Luciano prosigue con un conmovedor mensaje en donde dedica su cariño y su recuerdo a sus mascotas:

“Perdí a los perros de mis ojos. Ellos, que eran todo magia. Ahora, cuando me despierto en las mañanas ya no los veo en su camita roncar; ya no me despiertan a las tres de la mañana para que les saque a hacer pipí y beber agua; y ya no me miran con sus ojitos y manchitas, llorones. ¡Lo extraño tanto!”, escribe.

“[…] Siempre le pedí a Dios que me los hiciera eternos; que no me los quitara nunca; que siempre los dejara conmigo. Pero nadie contaba que hay un asesino en Muchamiel y sin escrúpulos. Es duro despedirse de mis perros sin llegar a su día de ancianitos. Solo tenían 3 años y 4. Eran bebés. Ellos me tenían que acompañar durante más de 15 años. Mis perros me apoyaban cuando más lo necesitaba y bien que lo sabían, porque corrían conmigo y me lengüeteaban toda la cara; me abrazaban; me miraban; y sin decirme nada, me lo decían todo”, continúa.

“Linda, mi ojito derecho, miró con sus ojitos de amor cuando mi vida era un desastre, como nunca antes lo había sentido. Me ayudó a reconstruir mi vida rota cada noche en que lloraba y se subía conmigo y me lamía y entretenía en lo que yo dormía de tanto llorar. Siempre me enseñó lo bueno de la vida; nos dio su amor sin importar nada; se quedaba dormida y vigilaba de la gente mala. Y YO NO HE PODIDO hacer lo mismo”, afirma, expresando en mayúsculas su dolor y su pesar.

“[…] Se suponía que tenían que llegar hasta que estuviera yo viejito. Pero no así, aquí, su cama está vacía. Mis ojos les buscan y mi corazón está roto; más vacío de saber cómo ha sido esa muerte; un asesinato con maltrato animal, y no poder hacer nada. […] Lloro lágrimas por la cantidad de pena que siente mi corazón. Os extrañaré cada día de mi vida”, finaliza.