Cáritas reconoce la labor de los voluntarios que "ponen su granito de arena para mejorar el mundo en el que viven"

EUROPA PRESS 04/12/2017 12:54

"Personas que no quedan indiferentes ante el sufrimiento de su prójimo y se movilizan, se implican, se ponen manos a la obra", defienden en el texto hecho público con motivo del Día Internacional de los Voluntarios que se celebra el 5 de diciembre.

Así, Cáritas ha indicado que en estos tiempos "donde hay tantas situaciones injustas que provocan pobreza, exclusión y vulneración de derechos", ha reconocido la entrega "de tantas personas que, desde su opción de voluntariado, están siendo luz de esperanza con su solidaridad, gratuidad, fraternidad y compromiso".

En este sentido, ha apuntado que, para el voluntario de Cáritas, "comprometerse es un modo de ser, de relacionarse, de entender la vida y compartirla creando fraternidad". "Para el voluntario de Cáritas, la solidaridad no es un sentimiento de vaga compasión o de superficial ternura hacia los males de tantas personas cercanas y lejanas, al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse en el bien común", ha explicado la organización.

Según el manifiesto, el voluntariado "está llamado a seguir en el empeño de crear espacios de humanidad y de encuentro, donde las personas excluidas, empobrecidas, heridas, olvidadas... se sientan en familia, acogidos, escuchados, sientan que son importantes para alguien".

Por su parte, María Ángeles García-Moreno, voluntaria del centro de personas sin hogar Casa de Abraham de Cáritas Ciudad Real, asegura que "ser voluntaria en Cáritas es un proceso de aprendizaje, de compromiso, de satisfacción personal por un trabajo útil".

"Trabajo que, como recompensa, te llena de bienestar del tiempo entregado. La entrega del tiempo para los demás es algo que desde Cáritas te llena más si cabe por el compromiso cristiano en la igualdad del ser humano", ha destacado.

Almudena García, voluntaria del programa de mayores de Cáritas Diocesana de Cuenca, asegura: "Soy voluntaria de Cáritas porque soy católica y me interpela el Evangelio: la misericordia es una bienaventuranza y estará presente en el juicio final (Mt. 25, 34-36). Porque había oído a otros voluntarios que se recibe más que se da y yo lo había experimentado en ocasiones".

"Porque he podido comprobar que muchos mayores expresan nuestra visita con ilusión. Muchos mayores me enseñan los valores auténticos de la vida: la alegría aun en la dependencia. Son muchos los que tienen la sonrisa permanente y aceptan con paz sus enormes limitaciones. La gratitud, la paciencia, el buen humor y la capacidad de pensar en los demás", ha concluido.