El pequeño Ezekiel murió de meningitis porque no le llevaron al médico a tiempo

Noticias Cuatro 09/03/2016 19:05

El pequeño Ezekiel, de 19 meses de edad, falleció en Marzo de 2012 como consecuencia de una meningitis. Sus padres, David Stephan, de 32 años, y Collet Stephan, de 35, naturales de Alberta, provincia de Canadá, se declararon inocentes de los cargos que ahora se intentan esclarecer en el juzgado de la ciudad de Lethbridge.

Según la acusación, ambos habrían cometido una negligencia a la hora de desestimar llevar al niño al médico para en su lugar someterle a un tratamiento con remedios homeopáticos y naturales cuando comenzaron a notar síntomas extraños en el pequeño.

Según la investigación, días antes de su muerte, Ezekiel se había quedado dormido en su bañera, algo que motivó que su madre llamase a una amiga suya que es enfermera en busca de consejo.

Así, esta última, que responde al nombre de Terrie Meynders, ha acudido a declarar ante el juez como testigo para manifestar que no vio nada obvio que le llevase a pensar que el pequeño estaba mal en el momento en que fue a su casa a verle, cuando el pequeño estaba dormido.

Sin embargo, sí aconsejó a Collet Stephan que debería llevarle a ver a un doctor porque los síntomas que le fueron descritos podrían ser asociados a la meningitis.

"Siempre digo que la información es poder. Según mi forma de pensar, si estaba enfermo, sería de ayuda descubrir por qué", explicó durante el juicio en unas declaraciones recogidas por CBC.

De este modo, la audiencia pudo escuchar que los padres no fueron a buscar ayuda médico para el pequeño hasta el día siguiente, cuando el pequeño dejó de respirar.

Fue entonces cuando un helicóptero le trasladó hasta el hospital más cercano, en la localidad de Calgary, y se mantuvo ingresado durante cinco días hasta que los doctores tuvieron que desconectarle del soporte vital.

Por este motivo, se les acusa de no haber atendido al pequeño y haber fallado a la hora de procurarle atención médica cuando lo necesitaba.

En su lugar, en los días previos a su muerte, decidieron tratarle con remedios homeopáticos, es decir, un tipo de medicina alternativa cuyo principio entiende que una sustancia que provoca en el cuerpo los mismos síntomas que una enfermedad ha de poseer también propiedades curativas de la misma. Entre ellos, algunos de los empleados comprenden el uso de jarabe de arce, jugo de bayas congeladas, y una mezcla de vinagre de sidra de manzana, raíz de rábano pimiento, cebolla triturada, ajo y raíz de jengibre, entre otros.