Da a luz a un niño después de retrasar su tratamiento de cáncer por el bien del bebé

Noticias Cuatro / Agencias 04/01/2016 17:49

Christiana Ensam-Taiwo, una mujer residente en Greenwich, localidad situada al sureste de Londres, descubrió a sus 31 años y tan solo unas semanas después de conocer que estaba embarazada, que padecía cáncer de mamá. Tras acudir al médico después de notar un bulto en su pecho derecho, la peor de sus sospechas se confirmó cuando le diagnosticaron oficialmente la enfermedad.

Desde ese momento, los especialistas la emplazaron a llevar a cabo un tratamiento seguro para el embarazo con sesiones de quimioterapia, algo que sumado a que detectaron en ella diabetes gestacional, terminó por hacer que se derrumbase en más de una ocasión. "No todos los días ves a una madre joven y en avanzado estado de gestación siendo tratada de cáncer. Fue muy emotivo. Entrar en la sala de recepción de quimioterapia y ver a todas aquellas personas conectadas a las máquinas. Tenía un nudo en la garganta y estaba a punto de romper a llorar. Quería huir de allí", explicaba en declaraciones recogidas por Mirror donde relataba la experiencia.

De este modo, se enfrentó a su primera quimioterapia a los 7 meses de gestación, algo que sabía que debía encarar con toda su fortaleza al cien por cien, no solo para poder curarse y cuidar a su bebé sino también a su otro hijo, Isaac, de un año.

No obstante, su delicada situación le llevó a tener que tomar la decisión de retrasar un tratamiento más agresivo con el fin de garantizar la salud del feto, algo que ahora ha visto recompensado con el nacimiento de Noah, nombre que ha dado al pequeño de 3 kilos y casi 300 gramos nacido en el hospital St Thomas en el centro de Londres.

Aunque en un primer momento el bebé parecía completamente sano, dos días después del nacimiento detectaron una mancha amarillenta en el blanco de sus ojos que los doctores han diagnosticado como ictericia y que ya están tratando por medio de técnicas de fototerapia y anitbióticos.

Por su parte, la lucha para Christiana aún no ha terminado y debe ahora enfrentarse a aquel tratamiento agresivo de quimioterapia que pospuso sabiendo que tiene en casa dos pequeños que reclaman su cariño y ansían su atención.